Las primeras horas del recién nacido en brazos de mamá
Hoy día no cabe duda de que el mejor lugar para colocar al bebé después del parto es el pecho desnudo de la madre: sobre mamá, oye su corazón, se siente protegido, sus constantes vitales mejoran y mantiene su temperatura corporal.
En la mayoría de las maternidades, cuando el bebé nace es colocado en el abdomen de la madre, boca abajo, en contacto directo con su piel. A continuación, se les tapa con una manta de algodón en un ambiente íntimo junto al padre.
En estos momentos sólo es necesario identificar al recién nacido y realizar el test de Apgar.
Los métodos de identificación son hoy día muy seguros y los padres pueden tener la absoluta tranquilidad de que el bebé que llevan en brazos al abandonar la clínica es su pequeño.
Una de las principales tareas de quien atiende el parto, sea la matrona o el ginecólogo, es identificar al bebé desde el momento en que nace, ya sea parto natural o prematuro. Lo hará en el mismo paritorio, una vez que el recién nacido haya pasado el primer reconocimiento (test de Apgar), y se comprueba que ha nacido sano.
Para relacionar a cada bebé con su madre se utilizan unas pulseras que se colocan en el tobillo del pequeño y el muñeca de la mamá. Estas pulseras vienen en un kit de identificación- se adjudica uno por niño y madre-, con cinco etiquetas con el mismo código.
Como ya hemos visto, una pulsera se coloca en el tobillo del bebé, otra en la muñeca de la madre; el tercer código que incluye el kit, igual al de las pulseras, se pone en la pinza del cordón umbilical y los dos restantes se incluyen en la documentación clínica de la madre.
Incluso para partos múltiples existen kits específicos de identificación.
Para confirmar el parentesco, a todos los recién nacidos se les toma la huella dactilar de los dedos índice y medio en unos impresos junto con la huella del dedo índice de la madre. En algunos hospitales ya se escanean las huellas y se registran en el papel (sistemas biométricos).
Por último, el sistema más fiable para relacionar a la madre con su hijo cuando abandonan la maternidad es la identificación mediante ADN: se realiza tomando una muestra de sangre del cordón umbilical que se deposita en un papel adhesivo especial. Este se fija, a su vez, a la historia clínica del recién nacido. Al lado se suele poner la huella dactilar del dedo índice de la madre.
La huella dactilar y la gotita de sangre se guardan con la documentación del hospital.
El test de Apgar valora la madurez del recién nacido analizando cinco parámetros:
-color de piel
-frecuencia cardiaca
-reflejos
-tono muscular
-respiración.
Cada parámetro se puntúa de 0 a 2 segun la respuesta del bebé. Se hace el test dos veces: la primera, al minuto de nacer; la segunda, cinco minutos después cuando ha tenido lugar el bajón del parto y el neonato lo ha superado.
Si la suma de las puntuaciones es de 8 a 10,significa que el bebé está en perfecto estado. Los resultados del test se apuntan en la ficha neonatal.
El contacto piel con piel tras el nacimiento no se debe interrrumpir al menos, hora y medía,mejor dos horas, después del alumbramiento.
En ese tiempo, el recién nacido hace movimientos de succión, huele y toca los pechos de su madre, lo que provoca en ella altas dosis de oxitocina, que ayuda a contraer el útero y facilita la lactancia al hacer subir la leche.
El bebé ,poco a poco, irá reptando hasta llegar al pecho y comienza a mamar con total naturalidad. Esto es fundamental para una lactancia sin problemas y duradera.
Transcurridas estas dos primeras horas, el contacto directo con la madre ha de ser continuo. Por ello, en las maternidades todos los controles y exploraciones que realiza el pediatra o la matrona se practican en la misma habitación donde la madre está ingresada, sin que el bebé salga de ella.
¿Qué protocolo se sigue cuando el recién nacido es trasladado a una UCI neonatal?
En las maternidades se empieza a utilizar un método denominado NIDCAP :se evita todo aquello que pueda molestar y estresar al recién nacido ( luces potentes, ruidos, etc), y se aplica el cuidado "canguro": la madre o quien la sustituya pasan el mayor tiempo posible con el bebé en contacto piel con piel en un sillón al lado de la incubadora.
Como hemos visto al inicio de esta entrada, el recién nacido se siente seguro oyendo el latido del corazón de la madre. Huele a la madre y oye su voz que ya le es conocida porque, como vimos en la entrega 6ª del embarazo por semanas, el feto en la semana 23 es capaz de oir la voz materna a través del útero.
Todo ello contribuye a que disminuya su estrés, aumente su inmunidad y sus posibilidades de sobrevivir. La mayoría de los controles e intervenciones que se realizan en la UCI pediátrica se llevan a cabo con el recién nacido sobre la madre para evitar su dolor y sufrimiento.
El regarzo materno no sólo aporta seguridad y protección el bebé; ayuda a mantener su temperatura corporal. Si el recién nacido tiene exceso de calor, la temperatura del torax de la madre baja y, si tiene frio, la temperatura sube para ayudarle a mantener su calor corporal. Cuando está sobre el pecho de la mamá, la respiración y el latido cardiaco del bebé es más regular.
Por último, tener al bebé cerca facilita extraordinariamente la lactancia. Las tomas se realizan cada vez que el bebé lo demanda sin esperar a que llore ( lo que indica que el nivel de azúcar ha bajado). Se debe ofrecer mamar cada vez que se despierta y hace gestos de succión. Atrás ha quedado la cosotumbre de dar de comer a los recién nacidos cada 3 horas por tiempo de 10 minutos en un horario rígido que perjudica al bebé y a la madre.
Por todo lo que hemos visto, en las maternidades modernas no existen las salas-nido a cargo del personal de enfermería encargadas del cuidado del bebé.
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